Contacto con otras vidas

Introducción

Hablar de otras vidas nos lleva, en principio, a una antiquísima creencia presente en muchas culturas de la historia: La Re-encarnación; sin embargo es relativamente reciente para la ciencia la comprobación de este fenómeno a través de estudios bioenergéticos.
Muchos investigadores utilizan un proceso de “mente despierta/cuerpo dormido” al que se podría denominar de diferentes maneras: inducción, autoconciencia, hipnosis ó relajación profunda.
En todos los casos se trata de facilitar el camino hasta las impresiones más profundas/primitivas en los bancos de la memoria. Esto es posible porque la mente interna semeja una gran biblioteca donde todo el conocimiento esta guardado y disponible para ser utilizado. Y porque Mente no es sinónimo de Intelecto o razón.
El contacto con otras vidas también puede ser referido como “viaje a través del tiempo” ó “exploración del alma” y nos ayuda a conocer un poco más sobre la naturaleza del hombre, el sentido de la muerte y la continuidad de la vida.
Se trata de un método científico practicado desde el enfoque humanístico-transpersonal que nos facilita el despertar de la conciencia de lo que verdaderamente somos, más allá de lo individual-físico y racional.

Este tipo de técnica nos ayuda a explorar y poner en funcionamiento ese gran porcentaje del cerebro que la ciencia declara no aprovechado por los seres humanos, aún. Nos ayuda a liberar el potencial dormido ó desconocido para recuperar la capacidad de vivir más plenamente y en armonía con nuestra profunda esencia.
¿Cómo reconocer el inicio de este viaje? Siempre se da en el momento presente de nuestra vida. Muy frecuentemente, ante la necesidad de liberarnos de incomodidades, insatisfacción, incertidumbre o fracaso en el que nos sentimos “atrapados sin salida” a causa de unas condiciones que se nos tornan insostenibles pues se nos van repitiendo una y otra vez mientras claman por una nueva toma de conciencia y por un salto en nuestra evolución.
Esta circunstancia límite, se puede leer como una situación de emergencia espiritual que nos impulsa a encontrar un nivel inédito de equilibrio entre las dimensiones física, emocional, mental y más elevada de nuestro ser. Por tal razón, se trata de una forma holística de sanación que nos permite abreviar los tiempos de esclarecimiento, comprensión y cambio.
También la búsqueda de nuevos horizontes en nuestro conocimiento y comprensión de la vida, de quienes somos y de hacia dónde vamos suele ser el emergente que nos lleve a experimentar este tipo de experiencias. Si bien es cierto que cuando sufrimos aparecen en nuestra conciencia los interrogantes que nos llevarán a un nuevo aprendizaje, no es menos cierto que a muchas personas les intriga saber algo más acerca de las cuestiones que podrían darles un mayor sentido a sus vidas. Y para ello no hace falta estar instalado en ningún sufrimiento; simplemente el punto de partida será el natural conflicto manifestado por el desequilibrio entre los interrogantes y las aún no halladas nuevas respuestas para quien desea lograr niveles más integradores de comprensión de las verdades que no se modifican a través del tiempo (Leyes Universales).
En síntesis; la experiencia de contacto con otras vidas a través de la técnica de meditación guiada (también llamada hipnótica: de “Hipnos”=Dios del sueño y “Gnosis=Conocimiento) pretende siempre armonizarnos, elevarnos y establecer contacto con nuestro Ser Real ó Yo Superior. Creando el clima para ampliar la percepción conciente de vigilia bajo un estado de relax profundo similar al del sueño, posibilita la realización de viajes astrales a otras dimensiones y renovar la energía, desbloqueando los canales de su permanente fluir diseñados en el ser humano para su natural evolución.

Temores y Pre-juicios

La gran mayoría de las personas que se sienten atraídos por realizar un contacto con sus otras vidas se debaten entre el sí y el no a causa de sus temores y pre-juicios acerca de lo que les podría suceder en una experiencia de ese tipo.
Es natural que esto suceda debido al desconocimiento que trae consigo la misma inexperiencia, también por la falta de información adecuada y, por sobre todo, debido a los condicionantes culturales-educativos y familiares que se han recibido a lo largo de la vida actual.

Hemos estado durante mucho tiempo bajo las influencias de una cultura que sobrevaloró la importancia de la mente racional, el intelecto y la comprobación lógica de todos los fenómenos. Así que, con ese contexto, no es raro ver cómo las resistencias provienen de ese lugar de nuestra constitución humana ante un tipo de fenómeno que se relaciona con otras dimensiones del ser. Esto es lo que yo llamo “interferencias racionales”.
Entre las más frecuentemente escuchadas en la práctica se encuentran:

Temor a perder la conciencia, a no enterarse de lo que ocurra durante el contacto con sus otras vidas y temor a no recordarlo posteriormente
Temor a perder la libertad y caer bajo el influjo del experto o profesional.
Temor a perder el control de sí mismo y estallar en una crisis incontrolable de nervios, llanto o sufrimiento.
Temor a descubrir aspectos muy negativos de uno mismo que provoquen rechazo, enojo o lástima por uno mismo.
Temor a descubrir aspectos o condiciones positivas que se consideren no igualadas o superadas por la vida actual (sensación de esplendor perdido respecto de la situación social, económica, familiar o personal recuperada a través del contacto).
Temor a no ser lo suficientemente capaz de “ver algo”
Temor a “delirarse”, inventar historias disparatadas y poco creíbles, habitualmente expresado de esta manera:“y cómo sé si lo que vaya a ver o lo que estoy percibiendo es verdad?”…”cómo sé si esto no es un delirio?”

Se trata, en todos los casos, de ideas-imágenes-conceptos que nos formulamos antes de llegar a la acción, de cualquier índole. Quiero decir, esto mismo nos pasa continuamente en nuestra vida cotidiana.

Son expectativas previas, que siempre aparecen porque nuestra mente activa no cesa nunca su actividad de darle forma a los datos provenientes de la realidad. Esto depende de nuestro hemisferio cerebral izquierdo y no se trata de erradicar su funcionamiento sino de ofrecerle nueva calidad de información a los fines de desactivar las interferencias automáticas de la razón y poder acercarnos más a la verdadera realidad de las cosas.

Nueva información para la mente racional

UNO SIEMPRE ES EL DUEÑO DE SU LIBERTAD. El trabajo de contacto con otras vidas se basa en el respeto por la LIBERTAD INDIVIDUAL. Vale decir que EN TODO MOMENTO ES EL PARTICIPANTE EL PROTAGONISTA Y DIRECTOR DE ESTA EXPERIENCIA. Él decide hasta dónde avanzar y qué permitir que suceda durante el viaje por su mundo interior. El profesional sólo guía, propone, sugiere… nunca ordena, obliga ni somete. La persona permanece siempre en el aquí-ahora (reconociendo en dónde se encuentra, con quienes está y para qué) y, al mismo tiempo, se encuentra en el plano de situaciones pasadas/futuras relativas a todas sus vidas.
SÓLO SIENDO CONCIENTE SE LLEGA A LA META. Se trabaja con un estado ampliado de conciencia, muy contrariamente a la creencia popular de que uno “perderá la conciencia durante la regresión”. Para ello se induce, a través de la respiración, relajación, invocación y visualización el cambio de frecuencias de onda del cerebro que pasan del estado de actividad diurna al estado Alfa (frecuencias similares a las que suceden durante la actividad del sueño profundo) porque de este modo se hace posible la sintonización de nuestras “antenas” con otras dimensiones más sutiles del ser (como si cambiáramos, en nuestra radio, de AM a FM). Esto es, precisamente, lo que nos posibilita cabalgar simultáneamente entre los planos del presente (con los sentidos abiertos a los estímulos actuales: música, voz de quien guía, ruidos externos, etc.)y del “más allá”. La persona puede decidir, entonces, finalizar la experiencia cuando ella lo crea conveniente. Luego se le devolverá la significación de lo que haya ocurrido con la decisión tomada. Es importante aclarar que todo lo que sucede con la persona durante el desarrollo de toda la actividad (en el que está incluído el momento de contacto propiamente dicho) es significativo y referente de las señales, respuestas y mensajes que ella desea encontrar a través de su participación en esta experiencia. Por lo tanto, es responsabilidad del profesional hacer esta devolución integrada para hacer más efectivo el esclarecimiento y la sanación personal.
LA ACCIÓN DE HACER CONCIENTE LO INCONSCIENTE SIEMPRE TIENE UN EFECTO LIBERADOR Y DE SANACIÓN. Al permanecer despierto en la situación actual, la persona permanece más como observador que participante, razón por la cual se involucra mucho menos emocionalmente porque sabe que lo que percibe no le está sucediendo en la vida actual. De esta manera, y contrariamente a los prejuicios que se suelen tener, muy raramente la persona llegue a un desborde emocional y sí, en cambio, a una liberación sanadora de esos registros anclados que muchas veces son generadores de síntomas en el accionar y causantes de disfunciones o enfermedades en el cuerpo físico.
DESACTIVAR LA FUNCIÓN CRÍTICA PARA LOGRAR EL ÉXITO. Esto implica elegir aceptar lo que se vaya presentando sin calificarlo. La información es sólo información. Aquí se trata de pensar que no hay buena o mala información sino datos acordes al estado de conciencia actual y a lo que la persona es capaz de comprender y asumir en ese momento evolutivo. Esto significa que es el propio individuo quien va a determinar qué “recordar” para sanar ó qué “recuperar” para seguir evolucionando.
SUPERAR LAS EXPECTATIVAS PREVIAS. Asimismo, no hay experiencias correctas o incorrectas, mejores o peores, buenas o malas. Lo que se vivencia es exactamente lo que el individuo necesita en ese momento para seguir potenciando su desarrollo de conciencia. Por tal motivo no son adecuadas las comparaciones con las experiencias de otros participantes. Ej. “fulano vió más cosas que yo” “mengano tuvo una mejor experiencia que yo porque sintió /le sucedieron cosas que a mí no…” “lo estaré haciendo correctamente?”… etc.
LA EXPERIENCIA DE CONTACTO CON OTRAS VIDAS NO ES UNA PRÁCTICA RELIGIOSA NI RELATIVA A NINGÚN CULTO O SECTA. Se trata simplemente de una técnica afín al enfoque Transpersonal de la Psicología, cuya visión del hombre se centra en el concepto de totalidad dinámica entre sus aspectos físico-emocional-mental y espiritual. Y el puente de realización efectiva se basa en el vínculo de confianza existente entre el guía-profesional y el participante. Ambos deben ser optimistas, en algún punto, respecto de las posibilidades de idoneidad y éxito para llevar a cabo tal experiencia. El profesional debe confiar en que el participante tiene el poder de sanarse y el participante debe confiar en que el profesional es idóneo para guiarlo en este trabajo.

IMPORTANTE RECORDAR
El profesional acompaña y guía la sanación de la persona.
Pero es la persona la que asume la responsabilidad que tiene sobre su propia vida y, por lo tanto, de su sanación. Por ello es de vital importancia la comprensión e interpretación que la misma persona haga de su experiencia, más allá de lo que el profesional pueda devolverle en ese momento.
Esto facilita la autoconfianza y evita el ruido que ocasiona depositar el propio poder, mayoritariamente, en el afuera.
NO ES NECESARIO CREER EN LA RE-ENCARNACIÓN PARA OBTENER BUENOS RESULTADOS. En todos los casos, sin excepción, lo que interesa saber es que si hacemos contacto con algún tipo de información eso es posible gracias a que esos datos se encuentran archivados y activos en nuestra mente por alguna razón. No importa de dónde provengan, lo que es evidente es que tales datos están allí disponibles para ser recuperados… y enfatizamos el “están”, porque eso es lo real. Por estar allí es que se nos muestra y porque se nos muestra decimos que este contenido se encuentra “activo” ejerciendo algún tipo de influencia en nuestra personalidad, conducta o proyecto de vida actual.

¿QUÉ SE PUEDE EXPERIMENTAR EN ESTE VIAJE?

Si bien, cada experiencia resulta única, intransferible e irrepetible (aún para quién decida realizar más de un contacto), podemos mencionar como experiencias que se viven frecuentemente en este tipo de actividad:

Recuerdo de vidas anteriores
Recuerdo de experiencias de la temprana infancia y de la vida intrauterina
Recuerdo de lo acaecido en el Espacio Entre Vidas
Contacto con guías espirituales
Experiencia de sanación a partir del contacto con energías de alta vibración

Y en menor medida:

Cierre de situaciones pendientes con personas fallecidas
Canalización de mensajes específicos con un fin determinado
Re-experimentación de muertes pasadas con la consecuente liberación del miedo y la revalorización de la vida actual.
Visión del propio cuerpo desde “afuera”.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS POSTERIORES A ESTA TÉCNICA?
Si decidimos dar continuidad a esta experiencia a través de una disposición conciente para seguir recuperando y re-conectando la información que el Universo siempre nos ofrece en cada situación, a través de cada persona, en nuestros sueños, en lo que rechazamos y también en lo que nos atrae (máxime si practicamos disciplinas como la meditación, el Yoga o Reiki que nos ayudan a seguir entrenando la conexión con nuestro Yo Superior)…. son verdaderamente muchos los beneficios que podemos sostener en el mediano y largo plazo.
Se amplía la conciencia acerca de los potenciales de nuestra mente, por tanto…
Se potencia el uso de los recursos de la mente en sintonía con la sabiduría interior.
Se amplía la claridad de comprensión acerca de actitudes y acciones características de la propia personalidad (ampliación de la autoimagen), por tanto…
Se favorece la modificación de los patrones de pensamientos que dan sentido a esos aspectos repetitivos/limitantes.
Se estimula la apertura del chakra del corazón, por tanto…
Se equilibran las emociones; se amplía el flujo de emociones de alta vibración como el amor-la compasión-la ternura-la aceptación-la humildad-la paciencia-la serenidad como resultado de la liberación de registros emocionales negativos (odio-rencor-tristeza-ansiedad). Por tanto…
Se mejora la calidad de la relación con uno mismo y con los otros.
 Se descubren nuevos talentos, destrezas, fortalezas, habilidades específicas (ampliación de la autoestima), por tanto…
 Se esclarece el rumbo en la vida y se afina el perfil de la misión personal, llamada “Dharma”, por tanto…
 Se potencia el desarrollo espiritual actual y la evolución futura.


¿CUÁNDO SE DEBERÍA EVITAR ESTA EXPERIENCIA?


Si bien no existe un criterio universal respecto de quienes están en condiciones de llevar a cabo este tipo de actividad y quienes no, el sentido común nos indica que sería conveniente evitarla en caso de:

 Niños muy pequeños
 Niños o adolescentes que no estén en presencia de sus padres
 Personas con trastornos mentales (Psicosis, Demencia, etc.)
 Personas con cuadros de afección cardiovascular
 Personas con epilepsia